Hoy hemos despedido a Epi y a su mamá Santida, que han pasado en Madrid los últimos 10 meses.
Se le realizó un trasplante de intestino a esófago que ha curado la estenosis que padecía por ingestión de sosa cáustica. Sus esperanzas de vida en Bissau eran de pocas semanas y vuelve totalmente sano.
Deja un gran hueco en nosotros.
Nuestro infinito agradecimiento a Laura e Iván, a Mili, y a Beatriz y Djafara, sus familias de acogida durante este tiempo; al doctor Santamaría y todo su equipo, por su profesionalidad y humanidad; y a todos los voluntarios de la ONG, por su entrega y cariño.