El huracán más tierno que ha pasado por aquí: Dixon 💙⚡

En junio llegó a Barcelona desde Honduras un pequeño que parecía tener un motor secreto en su interior: Dixon, al que pronto bautizamos como nuestro Terremoto. Desde el primer instante nos dejó boquiabiertos… y es que, quienes trabajamos con niños con cardiopatías congénitas, estamos acostumbrados a verlos más frágiles, con menos energía y mostrando cansancio incluso en las actividades más simples. Pero Dixon… Dixon era otra historia.

Nuestro primer gran interrogante fue: ¿Cómo conseguiremos que este pequeño huracán aguante quieto en la cama de la UCI después de la cirugía? La respuesta llegó rápido: no lo conseguimos del todo 😅. Incluso conectado a monitores, vías y rodeado de cables, era capaz de levantarse, dar pequeños saltos y contagiar su alegría a todo el equipo médico.

La operación fue un éxito y, fiel a su estilo, su recuperación fue igual que él: veloz, potente y llena de vida. En apenas unos días, los cardiólogos del Hospital Sant Joan de Déu le dieron el alta, impresionados por su fortaleza y su espíritu indomable.

Hoy Dixon ya está de vuelta en Honduras, corriendo y jugando con sus hermanos mayores, llevando en su corazón —ahora más fuerte que nunca— un pedacito de Barcelona y de todos los voluntarios y personal sanitario del Hospital que lo acompañaron en este capítulo tan importante de su vida.

Gracias a todos los que, con su apoyo, hicieron posible que este terremoto de niño siga recorriendo el mundo a su manera: con pasos firmes, brincos inesperados y sonrisas imparables.

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