Hoy vuelve a casa (Honduras), totalmente curado de la grave cardiopatía que padecía, nuestro campeón Eduardo Bladimir.

Gracias a todo el personal del Hospital Reina Sofía de Córdoba; a la Fraternidad Marista: Juan, Discípulo Amado, de Córdoba, por apadrinar su viaje, y al equipo de voluntariado de Infancia Solidaria por hacerlo todo tan fácil.

Buena vida amigo y hasta siempre