Sí, es una lata que las ONGs nos pasemos la vida pidiendo dinero para nuestra actividad humanitaria, lo sabemos.
Aunque parezca una obviedad, quisiéramos explicar que nuestro trabajo es siempre unidireccional, es decir, siempre, siempre, siempre, la labor solidaria demanda un coste, sin el cual es imposible ayudar.
Con una mano solicitamos ayuda, y con la otra la ofrecemos.
Por ejemplo, traer a niños a operarse a España requiere que se compren billetes de avión. Últimamente, si el niño es mayor de 2 años, nos cuesta unos 3.000 euros traer a un niño enfermo, y a su madre, a España, desde América Latina, para que pueda ser intervenido y pueda recuperar su salud y no morirse (perdón por la expresión, pero es la pura realidad).
Sufragar una escuela infantil en Kenia, para que 80 niños puedan acudir a un lugar donde estén bien cuidados, y puedan irse preparando para la Primaria, mientras sus padres pueden ir a trabajar, cuesta 25.000 euros al año.
Y sufragar un Centro Asistencial para niños con Diversidad Funcional en Guinea Bissau, donde casi 200 niños con este tipo de patologías neurológicas, son atendidos, cuesta 100.000 euros al año (que de ninguna manera podemos completar, así que colaboramos en lo que podemos).
Sí, pasarse la vida pidiendo dinero es un rollo. Pero en 2022 operamos a 63 niños. Son 63 futuros devueltos, 63 familias desesperadas que han recibido esperanza de personas que no les conocen de nada…en fin, que lo que queremos decir es que aquí seguimos, y con la intención de continuar empatizando con estas dramáticas situaciones (nos ponemos en la piel de familias con un hijo enfermo al que no pueden curar en sus país, y no creemos que pueda haber situación más dura).
En nuestra web están las diferentes maneras de ayudarnos a ayudarles. Ya sabéis que todos somos voluntarios. Esto que hacemos es pura filantropía. Ayudar por el sufrimiento que sentimos con el dolor ajeno. Y necesitamos tu ayuda.
Gracias




