Despedimos con todo cariño, y como siempre con sentimientos encontrados (felices por su vuelta, totalmente curada de la estenosis esofáfica que padecía; y tristes por la separación, después de todo lo vivido y el cariño que siempre se les toma a estos pequeños), a Verónica, que vuelve a Bissau con esta sonrisa tan bonita.
Agradecidos a Sara y familia, por abrirles con tanto amor las puertas de su hogar.
Al hospital La Paz por su profesionalidad y humanidad, que nos demuestran con cada niño que viene.
A nuestra querida ong amiga AIDA, Ayuda, Intercambio y Desarrollo, por estar siempre pendiente de los niños de Guinea Bissau que no se pueden operar allí.
Buena vida, preciosa. Y hasta siempre.



