José de Cristo nos ha conquistado por su simpatía y por lo bien que se ha portado al tener que estar un mes en la cama sin poder moverse.

Tras dos cirugías: traumatológica y urológica, vuelve a Cuba totalmente curado de la extrofia vesical que padecía.

Agradecemos a Javier el haberles abierto su casa con tanto cariño.

Y a los voluntarios en Madrid, por la entrega incondicional.

Buena vida, pequeño, para ti y para toda tu familia.