
Despedimos con todo nuestro cariño a Jhosilen, que vuelve a Bolivia totalmente curada de su cardiopatía.
En las fotos podéis ver la diferencia de su cara antes de la oepración, cuando estaba cianótica por la falta de oxígeno en sangre, y unas semanas después, tras ser operada. Impresionante, ¿verdad?
Aunque nos repitamos, ¿qué menos que ser agradecidos con todos los que hacen posible que estas cosas ocurran?
A la Generalitat de Catalunya por su solidaridad; a Katy y familia, por abrirles las puertas de su hogar; al personal del hospital por su enorme humanidad; y a todos los voluntarios de Barcelona, porque son gente maravillosa.