Los días de llegada son siempre felices. Los de vuelta a casa son extraños.
Felices, como no podía ser de otra manera, por haber conseguido curarles; como a Gabriel, que vuelve a Guinea Bissau sin el doloroso tumor que había crecido en su pie; pero a la vez tristes por la partida de los que han formado parte de nuestras vidas durante unos meses y que siempre se quedarán dentro de nosortros.

Infinitas gracias a Isabel, Javier y familia, por abrirle las puertas de vuestro hogar.

E igualmente agradecidos a la Fundación Recover y al Hospital Quirón de Pozuelo.
Ha sido un placer colaborar con vosotros para curar a Gabriel.

Hasta siempre chaval. Buena vida.