Muchas cardiopatías congénitas llevan asociado un efecto secundario que se llama Hipertensión Pulmonar (es un tipo de presión arterial alta que afecta las arterias de los pulmones y el lado derecho del corazón).

Existe una relación (no matemática) entre cardiopatías, y sus diferentes estados, y la hipertensión pulmonar. Cuando ésta es muy alta, imposibilita la cirugía de corazón.

En el caso de Bárbara esta relación está fuera de parámetros, lo que hace pensar que es, además de fruto de su cardiopatía, genética.

Ha comenzado a tomar en España un nuevo fármaco para esta patología y su mejoría ha sido espectacular (de apenas poder andar, a no cansarse), pero su cardiopatía sigue ahí y es necesario observar con mucho detenimiento la evolución de la hipertensión.

Ha vuelto a Venezuela, donde dentro de seis meses se valorará cómo ha evolucionado y, caso de ser posible (los doctores creen que así será), volver a Sevilla para la cirugía.

No tenemos suficientes palabras de agradecimiento para la maravillosa familia de acogida, María y Pepe, que les han convertido su estancia en inolvidable.

Hasta pronto pequeña